Tenemos que exigir una publicidad más innovadora, que conecte con nosotros y que nos haga partícipes llamándonos a la acción.

La publicidad de hoy en día, salvo honrosas excepciones, suele pasar desapercibida. Aceptémoslo. Es una realidad como la copa de un pino. Se trata de un modelo de publicidad que no vende salvo que la canción sea muy bonita o existan en la pieza determinados elementos morbosos que capturen nuestra atención.

Ya estamos cansados de tanto anuncio de colonia que no viene a decir nada y que tan sólo muestran mujeres y hombres en situaciones “curiosas”. Lo siento, pero no me transmiten nada. Ellas son super-modelos que no existen, por lo menos en mi barrio y ellos no se parecen nada a mí. Más quisieran ellos —dirá alguna.

De algún modo, no me siento identificado con ese modelo de publicidad. No me comunica nada. No me convence de nada.

En el mundo en el que vivimos, para llegar al target —si es que alguien ha tenido la delicadeza de seleccionarlo— hay que cambiar el chip. Tenemos que exigir una publicidad más innovadora, que conecte con nosotros y que nos haga partícipes llamándonos a la acción. Esa es la verdadera filosofía 2.0. La bidireccional. La humana. La efectiva.

Un ejemplo de cómo llegar a la gente

En el vídeo que acabamos de ver se contraponen estos dos tipos de publicidad enmarcados en el contexto de los anuncios obligatorios que preceden a algunos de los vídeos de YouTube.

Dos de los primeros anuncios se basan en la publicidad estándar de la que hemos hablado en primer lugar. Uno de ellos lo protagoniza Natalie Portman, aclamada actriz con irresistible físico, anunciando una fragancia de Miss Dior Cherie. En el siguiente se ve a tres atractivas chicas embutidas en trajes sugerentes de cuero ante la mirada atónita del hombre que les mira.

La actitud normal del usuario es darle al “skip ad button”, pues nos sobran las tías buenas en los anuncios. No pasa el día en el que no seamos bombardeados por miles de anuncios repletos de tías buenas. Casi forman parte del paisaje urbano de nuestras ciudades. Alegran la vista. No voy a decir que no. Pero lo que viene siendo vender, todavía no me han conseguido colocar nada. ¡Pobres mujerzuelas!

La campaña “5 Seconds”

Tras estos dos ejemplos comienza la campaña protagonista de mi artículo de blog de hoy.

La campaña “5 Seconds”, producida por MayoDigital trata de concienciar a la sociedad de que con pequeños gestos en nuestra vida cotidiana se puede llegar a ser una sociedad mucho más sostenible en términos ecológicos. De este modo se nos exponen casos que nos pueden ocurrir cada día, como dejar un grifo abierto un minuto, que equivaldría a llenar hasta 40 vasos de agua, o dejar una bombilla encendida durante todo un día, que sería equivalente a la energía necesaria para que una lavadora hiciese tres coladas; o dejar la llama de la caldera encendida en todo momento, que supondría hasta 8 kilos de gas perdidos al mes.

Vale, son datos que perfectamente podrían haberse sacado de la Wikipedia, pero el elemento sorpresa de la campaña es que cuando aparece el botón de “Skip Ad” junto a éste añaden una simulación de botón que te invita a dejar el mal hábito y de paso entrar en la landing page de la campaña. ¿Qué pulsar pues? Éste es el momento en el que dejan participar al usuario. Una vez informado, el usuario escoge entre ver el vídeo que quería ver o tratar de dejar el mal hábito entrando en la página web de la campaña.

Resultados de la campaña

¿Los resultados? Más de 80.000 personas decidieron no pulsar el botón “skip ad” prefiriendo ver el anuncio antes que saltar al contenido del vídeo. Los que prefirieron ver el anuncio presionaron el botón ‘skip behavior’ optando por “saltarse” los malos hábitos y “cayendo” en la trampa del publicista.